jueves, 3 de abril de 2008

Desde Castro del Río

Ayer, fuimos a despedirnos de D. Joaquín, y agradecerle su hositalidad. Don Joaquín tiene ochenta y tantos años, y un acólito que estaba en la sacristía nos dijo ( yo quise apreciar que con un poco de guasa), que estaría rezando en la Iglesia. Eran la cinco de la tarde, entrámos en la iglesia y efectivamente, en una capilla lateral estaba sentado el Reverendo con su breviario abierto, y la cabeza inclinada sobre él. Hasta que me senté a su lado, no pude asegurarme de que no leía, porque realmente estaba dormido.
Después de escribir en el blog, volvimos a pasar por la Iglesia. Esta vez sí estaba visible. Sentado en un confesionario, revestido a la antigua usanza, agradeció con sonrisa angelical que no hubiéramos interrumpido sus rezos, porque a él por las tardes, le gusta rezar un rato. Sin moverse del confesionario, dijo que nos iba a bendecir, y nos bend, y de nuevo volvióa sonreijo... Son esas pequeñas anécdotas que contribuyen a hacer grande el Camino

Ahora vuelvo a la etapa de hoy.

Más calor , mucha carretera y muchos olivos. Nada reseñable.
Nos alojamos en el polideportivo, que es algo descomunal.

Parte metereológico: Ha llegado el verano

6 comentarios:

sylvia dijo...

Pos dice la tele que vienen lluvias, así que a preparar vuestras capitas... Le perdonamos a Gerard que no haya escrito hoy, pero conste que -aunque le ponemos pocos comentarios- le echamos de menos. Muash.

sylvia dijo...

ah!, que sí que ha escrito...

Mª Carmen dijo...

!!!Buen camino!!! y cuidadin con las lluvias. Pepe que gorro llevas??, no es tu boina de siempre, no??. Bueno no se ve bien en la foto.
Un beso.
Mª Carmen y Narciso

mavidipooh dijo...

que zuerte la hositalidad de d. joaquin.

besos papi

sylvia dijo...

Que viva el clero como Dios manda

Sylvia Reguero dijo...

Mavidipooh yo creo que tiene una zacita de the.