martes, 13 de mayo de 2008

Desde Negreira

Ayer estaba en un ordenador de pago y se acabó el tiempo contratado sin que me diera cuenta. Casi todo lo que escribí se perdió. Cuando me dí cuenta, me teniá que marchar, y tuve que hacer una faena de aliño.
Me tenía que marchar porque habíamos quedado citados, todos los que hemos andado juntos estos días, para despedirnos.Todos me mereceis gran respeto, pero la despedida de los peregrinos es mucho más importante. Una cerveza, intercambio de direcciones, besos, abrazos, muchas emociones, ... y la esperanza de que nuestros Caminos se volverán a encontrar.
Hoy trataré de contar lo mismo que ayer se perdió en el disco duro del maldito ordenador. Espero que la emoción que yo sentía ayer, y la espontaneidad con que escribí no se hayan perdido del todo.

Vuelvo a Oseira. Gerard, el alemán de l 30%, y yo decidimos continuar a Oseira para visitar el Monasterio. El Monasterio quedó prácticamente esquilmado, espoliado y destruido depués de la desgracia de Mendizábal. Lo han restaurado y es enorme, y muy interesante. Nos recibe un fraile que nos lleva al Albergue de Peregrinos: Una nave inmensa, con un techo abovedado a diez metros de altura,( que se corresponde con el suelo de la Biblioteca del Convento), media docenas de camas y unas cuantas mantas muy gordas (luego me enteré que antes habían sido alfombras). En una esquina hay un aparato para reducir la humedad. Marca 92% de humedad y doce grados. ¿qué pasaría sin el susodicho aparato?.
Por una escalera se sube a un WC y un lavabo, con el agua más fría del mundo. Manuel (el alemán) y Gerard, deciden fregotearse en estas condiciones. Yo, mucho mas guarro, decido lavarme mañana..., y acierto. Ninguno de los dos volvió a entrar en calor hasta varias horas después.
Hacemos la visita al monasterio congelados, los de la limpieza, tiritaban. Asistimos a las vísperas. La clausura es otra cosa. Yo entro en calor, pero los de la limpieza siguen tiritando. Bromas aparte, el Monasterio es muy interesante y la oración con los monjes, muy adecuadoa para un final de peregrinación.
Hay que cenar en uno de los dos bares que hay aquí. Nos decidimos por uno: Señora con anorak que dice que tiene gripe y no puede cocinar. En Oseira es que el frío y la humedad `parece dominarlo todo. Finalmente, enciende la calefacción para nosotros, nos da una sopa formidable que tenía de por la mañana y fríe unos huevos, que con un poco de jamón y chorizo, hacen entrar, por fin, en calor a los valientes del agua fría. El alemán me dice que cada día que pasa , su treinta por ciento de español, va aumentando...

Dormimos los tres sólos en el susodicho albergue. El saco y una de ésas mantas,es sificiente. No pasamos frío.

El Camino a Laxe, tan bonito, tan verde y tan bueno como todos estos días. Los pueblos, sí parecen más humildes que los de más atrás.

De Laxe a Vedra, una sorpresa. Una señora, que resultóser catalana, nos dice que a un kilómetro del Camino hay una pulpería, con el mejor pulpo de Galicia y sus alrededores. No tuvimos más remedio que comprobarlo. Un buen pulpo, churrasco (tampoco malo), y un poco (¿poco?) de ribeiro más tarta de Santiago y el orugito que no falte, por ocho euros. ¿hay quíén de más ?

Al día siguiente es el gran día. A las seis, los peregrinos entran en ebullición. A nadie le parece mal que le despierten, Todos queremos llegar a Santiago. Andamos rápido, y a las nueve ya teníamos a la vista las torres de la Catedral. Gracias, Antonio, yo no llevo máquina de fotos´y la que tu me has mandado es la misma que a mi me hubiera gustado sacar.

La llegada al Obradoiro, indescriptible, aunque yo lo voy a intentar. Muchos peregrinos. Unos acaban de llegar y se abrazan, se felicitan , se besan, y algunos lloran. Otros ya han pasado la primera emoción y se hacen fotos, del grupo, con la Catedral, o de uno en uno. Y otros suben a saludar a Santiago, o bajan de saludarlo. Dentro de la iglesia, hay reencuentros. Gente que ha coincidido en un albergue, en un restaurante, o en un trozo del Camino. Todos están aleegres y contentos de volverse a ver.

Después de la visita a la oficina del peregrino, para consegur la credencial, la misa de peregrinos . Ya os conté ayer la satisfacción de oir que tres peregrinos han echo su Camino desde Málaga.
Después más saludos, despedidas y el percance con mi escritura en el blog.

La despedida del grupo, esta vez ha sido más triste que otras veces. No sé porqué ha faltado un poco de alegría.

Dormimos en el Seminario. Doscientas camas, con sus correspondientes peregrinos encima. Y por la mañana, Camino de Finisterre. Etapa corta y cómoda. Santiago se queda atrás. Vamos Andrés y nosotros. Andamos bien, pero no con la ilusión de llegar a Compostela.

Mañana más

5 comentarios:

dc dijo...

Querido PP, una llegada más a Santiago... no sabes cuánto me habría gustado estar ahí en el Obradoiro acompañándolos!! Todas las llegadas son emocionantes y distintas supongo!!!
Suerte hasta el fin del mundo!!!

sylvia dijo...

Dicen que los peregrinos al llegar al Finis Terrae quemaban su ropa en señal de purificación... ¿sería un buen momento para "meterle un misto" al pantalón "4 barros"...?
Creo que debe ser lo último que os que quede por purificar.
Mua ;)

Nacho Cano dijo...

Entre tanto camino, tanto Santiago, tanto, tanto... Se nos olvida la mariscada pa celebrarlo con su centollo, sus percebitos... y sus riegos correspondientes... ¿En qué etapa estaba prevista? ¿Que no estaba prevista? Pues ya sabéis... mañana puede ser un buen día... CARPE DIEM!!! Felicidades a los dos y a todos los blogueros, blogmasteros y demás compaña. Hasta la próxima ... besos

mavidipooh dijo...

viva finisterreeeeeeeeeeeee
besos
mavi

Lola dijo...

Enhorabuena a los dos y a todos los que han llegado con vosotros a Santiago.
Besitos
LOLA